No puede haber valoración para este intercambio, ya que todo ha sido y ha salido perfecto. El primer día estábamos impacientes esperando a que llegaran y hoy, quedan, unos imborrables recuerdos de aquellas personas que formaron y formarán parte de ti.
Por lo que me cabe contar, en Francia, el primer día llegamos y pudimos comprobar cómo la vida allí es más distante que la de aquí. Cada persona daba las clases en un lado del instituto y las casas de cada correspondiente estaban muy lejos entre sí.
Por lo demás, las excursiones fueron entretenidas, como en Alençon, la cual vimos mediante un juego de preguntas, al igual que el instituto.
Además, El Moint Saint-Michel y la visita a Camembert fueron días para no olvidar.
En cuanto a mi familia, me han tratado muy bien. Los primeros días me hablaban y no entendía mucho, pero esto se fue cambiando a medida que pasaba el tiempo.
Para aquellas personas que no sepan si ir a algún intercambio, yo les aconsejo que es una experiencia única y que es totalmente recomendable.
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