Después de todo lo vivido en este intercambio puedo decir que ha tenido cosas buenas y cosas malas, como en todos los sitios. Por mi parte, ha sido una buena experiencia, los padres de mi correspondiente eran muy amables y cariñosos, lo que facilitaba las cosas. En cuanto a la adaptación al nuevo hogar para mí fue bastante sencilla, el primer día nada más llegar iba bastante revuelta del viaje por lo que no pude aprovecharlo al máximo, pero a partir de ahí me fui incorporando a la vida de la nueva familia.
En cuanto a mi opinión sobre el instituto, simplemente diré que era totalmente diferente al de España: las costumbres no son las mismas, ni los horarios ni las comidas....
Sobre las comidas debo decir que me he alimentado bien (todos los días tarta, mousse de chocolate, etc., también he comido fruta y he probado cosas que no conocía).
Typhaine y yo al comienzo del intercambio no acabábamos de encajar del todo, pero a lo largo de la segunda parte, ya parecía que nuestra relación iba mejorando.
Resumiendo todo esto, ahora digo que esta segunda parte vivida en Francia, la he disfrutado más que la primera, he podido visitar otros lugares y lo más importante, hemos llegado sanos y salvos y ningún medio de transporte se ha caído o averiado (¡qué exagerada soy...!)
No, en serio, creo que merece la pena, no solo por los sitios a los que vas, sino que además, te puede venir bien para ser más independiente, ver cómo viven otras gentes, conocer a nuevas personas etc... El intercambio es una experiencia que recomiendo a todo el mundo.
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