Alejandra del Sol nace en Cáceres un dieciséis de diciembre
del año dos mil. Su color es el rosa, porque es alegre – yo le comento – “y no
tiene nada que ver con tu apellido”
–Sonríe- “No, claro”
De haber sido animal, le hubiera gustado "ser un pájaro para
poder volar". No tiene ninguna mascota y nunca se ha planteado tener una.
“A este intercambio vine por querer tener una experiencia
nueva, conocer a otras personas y la cultura”
Su correspondiente es Doria. “Muy alegre, aunque ella dice
que es tímida, pero ya la veo sociable, se lleva bien con todos y se preocupa
por mí. En su casa estoy muy bien, son divertidos y me han integrado como uno
de ellos. Sus hermanos, también, se llevan bien conmigo”
El proyecto que hemos hecho en este intercambio es un espejo
para verte la parte de atrás, poder peinarte, ver cómo tienes colocado el pelo”
Del intercambio valora el trato que recibe. Tenía miedo a la
comida, pero “me ponen lo que me gusta (Pasta y pizzas) al igual que a una de
sus hijas…"- sonríe, de nuevo.
A los compañeros de primero y segundo de ESO les diría que
“no dejen de pasar esta oportunidad, pues, es una experiencia que no van a
vivir nunca”
Pedro Alejandro Galán
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