Atrás ha quedado aquel 2008
cuando comenzamos esta experiencia, este proyecto de intercambio internacional
con Alençon. Desde entonces, he venido aquí en cuatro ocasiones. La primera
vez, teníamos cierta inquietud por el desarrollo del mismo. Ahora, la sexta
vez, es todo un orgullo poder participar de nuevo. En esta breve
auto-entrevista voy a responderme a las mismas preguntas, en general, que he
hecho a mis alumnos.
No tengo un único color favorito,
pero si tengo que elegir uno, este sería el verde. Eso sí, me gustan los tonos
oscuros o fuertes. No me gustan los tonos pasteles.
De haber sido un animal, quizás,
el águila. Poder volar, libre, desplazarme por el espacio-(tengo un poco de
vértigo)- y así sería difícil de ser
cazado por otro animal. Podría otear desde lo alto y sentir la brisa en mi
rostro.
El intercambio, para mí es una
experiencia única. Siempre lo he valorado, ya que en mi época escolar no existía
este tipo de actividad al alcance de todos. Supone mucho trabajo, si bien no participo
en el proyecto de una manera importante, si realizo alguna que otra actividad,
sobre todo relacionada con las Tic´s y apoyo en Francia a Mariló en todo lo que
pueda para evitar que recaiga más peso en sus ya cargados hombros.
La ilusión de mi vida es doble: por un lado, quiero todo bien para mis hijas. Que tengan una vida, por lo menos,
como la mía. Por otro lado, quiero seguir viviendo mi vida con Toñi, mi mujer,
y viajar juntos cuando nos jubilemos.
No tengo miedos declarados, pero
no quiero que les suceda nada malo a mis seres queridos. Sobre mí, sé que estoy en manos de Dios y
aceptaré lo que me venga, si bien no quisiera ser carga para nadie.
Es difícil elegir lo que más me
ha gustado de este intercambio. Si he de elegir algún momento, bien pudiera ser
el viaje al Memorial de Montormel. Para mí tiene un significado especial. Se
trata del memorial que decidimos organizar el año que vine por última vez para
el año siguiente. El día que vinimos a prepararlo, no pudimos entrar a conocerlo
al estar cerrado. Pero por otro lado, es un testimonio muy especial y fuerte en
cuanto a lo vivido en aquel agosto de 1944.
A los alumnos que han participado
en este intercambio les diría que no olviden esta experiencia y que, siempre
que puedan, lo repitan. Que valoren lo más positivo y se queden con ello. Que
amen viajar, conocer mundo y diferentes culturas y no pierdan el tiempo que se les ha dado
para vivir bien la vida.
Les felicito por su
participación, comportamiento y trato durante el mismo. Nos sentimos orgullosos
de ellos (puedo hablar en nombre de mis compañeras)
A los alumnos que están ahora en
primero y segundo de ESO, les diría que fueran ahorrando, llenándose de valor e
ilusión, aprendiendo bien francés para poderse comunicar y que hagan lo posible
para participar en el próximo intercambio en el curso 2017/18, el séptimo
intercambio que hará el centro concertado María Auxiliadora con el Instituto
Margarita de Navarra en Alençon. Seguro que, también, será un gran intercambio y
será un experiencia única y maravillosa.
Un saludo a todos. Nos
vemos.
Pedro Alejandro Galán
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