Typhaine tenía muchas ganas de ir a Madrid, de hecho, lo estuvimos hablando antes de que llegara pero por cuestiones de salud no pudimos salir debido al mal cuerpo que tenía. Estuvo enferma todo el fin de semana.
En resumen no pudimos ir, ella se quedó gran parte del día durmiendo desde las 10 hasta las 2 del mediodía, yo, mientras tanto, aproveché y leí un poco el libro que nos habían mandado para el cole, vi un rato la tele... en general, me aburrí un montón.
Ese sábado no hicimos gran cosa, pero después se animó un poco la tarde cuando ella se encontró mejor, así pudimos ir a comprar los regalos para sus padres y además enseñarle el centro de la ciudad (Cánovas, la calle Antonio Hurtado etc...)
Y no solo hicimos eso, sino que también más tarde vino mi prima y la pudo conocer, ella estaba emocionada por conocer a Typhaine y al verla le dejó un buen sabor de boca, pues le pareció una niña muy amable aunque callada. Me hizo gracia cómo mi prima intentó hablar con ella aunque no tenía demasiados recursos para hablar en francés, se decían cosas como: Bonjour! ça va ? y otras frases de poca complejidad.
Sin embargo no todo el fin de semana estuvimos en casa. El domingo por la tarde quedamos con Paula y su correspondiente Coline para enseñarles a ambas el Parque del Rodeo y de paso jugamos un rato al ping-pong en las pistas que había en él.
Cuando nos fuimos a casa, Tyhaine se mejoró milagrosamente, ¡solo necesitaba un poco de diversión y muchas horas de sueño!
No hay comentarios:
Publicar un comentario